Entro en tu dormitorio en silencio para no despertarte . Veo tu ropa amontonada de cualquier manera sobre una silla, igual que cuando eras pequeña , solo que ahora se mezcla con tu maquillaje , tus fotografias y tus discos compactos. Un cuaderno de la universidad logra un precario equilibrio entre todo ese barullo.
La pantalla encendida anuncia un ultimo mensaje del chat que no llegaste a leer antes de quedarte dormida .
Mi curiosidad materna es mas fuerte de la discrecion que deberia guardar frente a tus cosas y me acerco a leer .
Te ha escrito uno de tus muchísimos "amigos, mama, nada mas que amigos ", que te pregunta desde Nueva Zelanda , si te has olvidado de el...
20 de marzo de 2011
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